martes, 8 de abril de 2014

Cuentos mágicos


Juan y Ana
Padres de Infantil

En las clases de 3 años madres, padres y pequeñ@s estamos haciendo un taller de cuentos mágicos.

En la primera sesión del taller, se empieza hablando de qué es un cuento, qué partes tiene, quién sale, etc. Luego con una mágica caja de la que salen personajes y con ayuda de otras herramientas van teniendo ideas y contando lo que les apetece de cada personaje, (su nombre, como esta de ánimo, cómo es, dónde vive…), la imaginación es libre e ilimitada. Y así, poco a poco, se va haciendo su cuento! Al final ,cuando unimos todas las ideas, le ponemos un título y ya está listo su cuento. En la segunda sesión, ya impreso su cuento, lo decoran con su foto y otras técnicas y se lo llevan a su casa. Al día siguiente, las profesoras leen el cuento al resto de sus compañeros y los escritores quedan muy orgullosos de su hazaña.

¡Es muy sorprendente porque es un taller que sale distinto cada día y eso lo hacen posible los pequeños creadores de cuentos! 

Otra mamá de la clase, Gloria, también está con nosotros en el taller y a veces, siempre abierta la puerta, viene alguna otra mamá/papa. 


El desfile de pelucas

Érase una vez un marciano llamado Marc que volando con su nave por el espacio sufrió un mareo y cayó a la Tierra. 

Todos los que cerca estaban se acercaron a ver qué pasaba. La señora Caracola ayudó a Marc a levantarse. Y el hada Holly agitó su varita y con su magia, la nave hizo flotar. 

La jirafa ballena y el león Caraculo también ayudaron en todo lo que pudieron. 

La ballena Maracai tan contenta estaba que salió del mar y junto al marciano Marc comenzó a volar y por las estrellas desparecieron sin más. 

El hada Holly estaba triste porque Maracai no regresaba y del esfuerzo que hizo para ayudar a Marc el marciano, el pelo se le había caído. Entonces a su espejito mágico le pidió que el pelo le volviera a crecer y aunque éste todo lo intentó, nada en su cabeza brotó. 

De camino a su casa de Murcia, el hada Holly perdió sus poderes y cayó al mar. La señora Caracola, que con su barco cerca estaba, la pudo rescatar. Pero en un sueño profundo cayó sin poderlo evitar. 

Maracai la ballena, que volando estaba con Marc el marciano, viendo lo que pasaba, un beso mágico lanzó y a la Señora Caracola despertó. 

Más tarde, la jirafa Ballena se encontraba en el patio del Siglo XXI y con el león Caraculo una fiesta organizaron para todos sus amigos. El hada Holly no quiso venir porque el pelo todavía no le había crecido. Así que, todos sus amigos pelucas se pusieron para hacer que Holly no se sintiera tan mal y a voces al hada llamaron. No consiguieron hacerla cambiar de opinión, pero en su lugar, su amiga Claudia sí acudió. 

Todos juntos desfilaron con sus pelucas de colores y bailaron la canción: “¡¡¡Queremos marcha, marcha!!!” Cuando salió la luna estaban tan cansados que se fueron a sus casas a dormir. Y colorín colorado un nuevo sueño ha comenzado.


Flor, en busca del bebé perdido

Érase una vez un reino muy lejano donde crecían las fresas más sabrosas del mundo. Un día, el Señor Coche se puso en marcha siguiendo el olor de unas ricas fresas. ¡Le encantaban! Así fue como llegó al Reino de las Fresas. 

Al llegar, descubrió que no podía pasar. Había una guerra entre las princesas y los malvados desde hacía mucho tiempo. Las princesas estaban tristes porque los malvados se portaban mal con la gente de su reino. 

El Señor Coche estaba tan sorprendido con todo lo que pasaba que paró a descansar a orillas del mar. De pronto notó como unos grandes ojos le estaban mirando. Era una hermosa sirena que triste estaba porque los malvados a su bebé Flor se habían llevado. El Señor Coche prometió ayudar a la sirena a encontrar a su bebé. 

En su camino con un pájaro se encontró que feliz estaba porque a sus amigos podía llamar silbando. El Señor Coche le pidió ayuda para cruzar el bosque sin ser visto por los malvados. Comenzó a cantar y como por arte de magia, su amigo el caballo apareció. Caballo ayudó al Señor Coche a cruzar el bosque y lo llevó ante la puerta de la casa del duende Jetín. 

Jetín también tenía miedo de los malvados y al principio no fue amable. Pero con la ayuda de Caballo y del Señor Coche se le ocurrió una idea perfecta para rescatar a Flor. Juntos fueron a la guarida de los malvados. Jetín un conjuro les lanzó… ¡Abracadabra! gritó y a todos los malos en ranas convirtió. Rescataron al bebé y se lo llevaron a su mamá. Tan feliz la sirena estaba que a todos invitó a nadar en su mar. El duende Jetín emocionado de que su magia había funcionado les regaló cestos y cestos de fresas para saborear. Y El Señor Coche estaba tan contento, que de tantas fresas que comió, de color rojo se volvió.


La fiesta de los animales en la granja de los dinosaurios

Érase una vez una granja. Su dueño, el Señor Oso, había perdido a su caballo Caballi, a su perrita Lula y a su león Leoncio. Caballi, Lula y Leoncio estaban muy tristes porque querían volver a su casa y no sabían cómo.
Entonces Leoncio tuvo una idea. ¡Buscarían al hada Peppa que estaba en su castillo durmiendo! Sabían que Peppa dormía bocarriba y con la varita en la mano. Tenía un sueño muy profundo. Por suerte, Caballi tenía un despertador fabuloso.
Cuando llegaron al castillo llamaron a la puerta. ¡TOC, TOC, TOC! Nadie abrió. Peppa se había ido a la playa.
Mientras tanto, el Señor Oso intentó llamar a Peppa para pedirle ayuda. Fue imposible Los teléfonos estaban rotos.
Caballi tenía un amigo dinosaurio. Comenzó a golpear el suelo con sus pies y todos se le unieron. Al momento, el Pteranodon, aterrizó a su lado. Se subieron en él para volver a la granja.
El Señor Oso estaba muy feliz de verles. Hicieron una fiesta con globos, canciones y tarta de chocolate. De repente, apareció Peppa en el jardín. Les pidió perdón por no haberles podido ayudar. Todos le perdonaron y para su sorpresa se transformó en cebra uniéndose al baile. Se divirtieron juntos toda la noche y fueron muy felices.



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