viernes, 4 de abril de 2014

Algo más que un viaje


“TiTiRiBiCi es llegar a los lugares más remotos para poner la magia de las marionetas al alcance de todos”


Lucía Moreno
(3º B)


Esta frase aparece escrita con grandes letras en el blog de Pablo, un arquitecto de Sevilla. Estudió en un colegio sevillano, y su profesor favorito era Don Lázaro que hizo que disfrutara las clases de lengua (asignatura que no le gustaba demasiado).
Un gran profesor te puede marcar bastante, no solo por lo que te enseña, sino por la confianza que puede darte en ti mismo y por su habilidad para sacar lo mejor de ti.
Hace 10 años ideó el proyecto “TiTiRiBiCi”, pero no podría haberse imaginado que de esa idea creciera todo un mundo. Así en estos últimos años ha recorrido gran parte de Sudamérica (mientras escribo esto se está internando en las montañas de Nazca, para vivir otra de sus curiosas aventuras).


En su blog cuenta sus aventuras repartiendo sonrisas; pero la que más me gusta, con diferencia, ocurrió en julio del año pasado, en Venezuela.
Allí, se internó en la selva, con un amigo que acababa de conocer, y en medio de la nada encontró una misión llena de niños (400 aproximadamente), y acordó con las monjas llevar hasta ese recóndito lugar sus marionetas.
Pero finalmente, y por “sorpresa” llevó materiales para crear con los niños un espectáculo, organizándolos en varios equipos (guionistas, titiriteros, escenógrafos, etc.). Finalmente los pequeños cautivaron al público y viajaron a Santa Elena a representar su obra.

Mi mejor experiencia fue llegar al lugar más recóndito en el que nadie pueda estar y después de hacerles el espectáculo a 400 indígenas, decidir quedarme allí para enseñarles a hacer marionetas, preparar un espectáculo y después conseguir el éxtasis final, parecido al final de una película americana...

Este es un brevísimo resumen de una historia realmente tierna, si queréis saber más sobre Pablo y TiTiRiBiCi, entrad en su blog y difundid el proyecto. Titiribici

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